El campanario
Tal como lo vemos hoy, en el campanario de la S.I. Catedral-Basílica de Segorbe, tanto en su aspecto exterior como interior, se pueden apreciar dos estilos arquitectónicos distintos, correspondientes a épocas también diferentes. Una primera etapa constructiva, localizada en la segunda mitad del siglo XIII, vendría definida por los dos primeros cuerpos de la torre; y una segunda posterior, de finales del siglo XVII. La torre de las campanas de Segorbe es de planta trapezoidal, «quizá ejemplar único en la historia de la torres-campanario de todas las épocas» (Llorens, 1965). La original rareza de su figura, con tres lados escuadrados aunque desiguales (9’75 x 7 x 6 metros) y el cuarto oblicuo (6’5 m.), rompiendo su regularidad, encuentra explicación en su situación, formando parte de la muralla que circundaba la ciudad medieval, de cuya estructura defensiva formaba parte; estando dispuesta esta torre, en sus tres lados escuadrados, en perfecto ángulo recto con el trazado murario y conformando la fachada sudoeste de la catedral.
El primer cuerpo, de mayor esbeltez, tiene una altura aproximada a los 21’5 metros, tomada desde la parte más baja de la calle, hasta la primera cornisa que queda a 1’20 metros aproximadamente por encima del nivel del suelo interior, correspondiente al «cuarto de San Bárbara». En la base de este primer cuerpo, en su pared recayente al palacio episcopal existe un paso, apoyado sobre un arco rebajado, que comunica la catedral con el palacio a través de esta torre. El actual paso elevado se construyó a la vez que el nuevo palacio episcopal (década de los sesenta), y para su construcción se estimó necesario derribar el anterior paso elevado, que tenía dos alturas sobre una arcada de medio punto que lo soportaba.
Por otra parte, el lado que no posee escuadra con la torre, sí que aparece perpendicular con la fábrica de la fachada principal de la catedral, recayente a la calle San Cristóbal. Así pues, la disposición de este lado tuvo que estar condicionada por el trazado de esta fachada. Sin embargo, la forma del campanario en su conjunto sugiere la posibilidad de que se pensara en una fachada principal, a la que se accedería desde lo que hoy es calle de Colón, con una disposición simétrica, quedando flanqueada por el campanario y la llamada torre de Santa Bárbara, todavía existente, (guarda mucha similitud con la anterior), siguiendo el ejemplo de torres gemelas de las que pueden verse algunos ejemplares en las catedrales góticas de España. El campanario, todo él de sillería, se encuentra junto a la puerta principal de acceso a la catedral, a un lado del coro y junto a uno de los antiguos portales de entrada al recinto amurallado de la ciudad, el de la Fruta. Exteriormente queda configurado por tres cuerpos, de idénticas dimensiones y formas en planta, definidos por sendas impostas o cornisas corridas que van aumentando su vuelo y anchura cuanto mayor es su elevación.
En el encuentro de este paso con la torre, en la parte que recae hacia la calle Colón pueden observarse todavía los restos del antiguo torreón sobre el que se levantó este campanario. En este primer cuerpo los únicos huecos que se aprecian desde el exterior son la pequeña puerta de entrada a la escalera (abierta durante la restauración de la Catedral por parte de la Dirección General de Regiones Devastadas en 1949), las aspilleras de iluminación y ventilación, situadas en las caras laterales NE y NO de la caja, y otras aspilleras de carácter defensivo, ubicadas en las fachadas SO y NO, por debajo de la primera cornisilla, elementos que vienen a demostrar el primitivo uso militar de la torre que no abandonaría hasta el siglo XIX ya que se convirtió en reducto defensivo durante las guerras carlistas.
El segundo cuerpo, de 6´5 metros de
altura aproximada, es de características similares al inferior.
Antiguamente era el último cuerpo de la torre, donde estaban instaladas
las campanas. Exteriormente patentiza su factura gótica por los vanos de
arcos apuntados (hoy cegados aunque perfectamente visibles) que
albergaban las campanas hasta que se produjo la elevación del último
cuerpo.
En la fachada SO se localiza la gran esfera del reloj, así
como dos pequeñas ventanas, pertenecientes a los antiguos cuartos de
Santa Bárbara y del reloj. El primero dispone de una segunda ventana
orientada hacia el NE y el segundo tiene en su fachada SE una
puertecilla que da acceso a las cubiertas del templo.
El tercer cuerpo, con una altura igual al inferior, denota claramente su construcción posterior. Los sillares son de mayor tamaño y aparecen rejuntados, y los grandes ventanales de las campanas (5 metros de altura) están resueltos con arcos de medio punto. La disposición de los vanos es idéntica a la del cuerpo inferior, con dos de ellos en cada uno de los muros a excepción del NE que solo cuenta con uno. Las balaustradas que adornan los antepechos en seis de los siete ventanales (el séptimo, en la cara NO, se derribó durante la guerra civil cuando se tiraron las campanas), así como el remate de la barandilla de la terraza «corresponden al siglo XVIII» (Rodríguez, 1988). Coronando la torre y por encima de la terraza, se levanta una linterna con su correspondiente cupulino, rematado por una enorme veleta. Este «cimborrio» (así llamado en los Libros de Fábrica del Archivo Catedralicio), apoyado por seis columnillas de piedra, cobija la campana de las horas. La altura total de la torre es de 36 metros hasta la parte superior del antepecho, sin contar el templete de remate que tiene 3’5 metros. (leer más)