Como casi todas las cosas en este mundo, también la Asociación Amigos de las Campanas empezó casi por casualidad. Durante las festividades del Corpus de 1984, un grupo de amigos se lamentó del total estado de abandono del campanario y de las campanas, y decidió organizarse para recuperar los toques principales de las campanas en la Catedral de Segorbe, ejerciendo como campaneros voluntarios. Alrededor del último campanero oficial, D. Andrés Ibáñes Castañer, se formó oficialmente la Asociación de Amigos de las Campanas de Segorbe, «los campaneros».
Las funciones que los campaneros se atribuyeron fueron la restauración de las campanas, tanto de la Catedral como del resto de iglesias, y la recuperación de los principales toques manuales que tenían lugar en el campanario de la Catedral. El apoyo económico vino de la entonces Caja Segorbe, luego Fundación Bancaja, el Excmo. Ayuntamiento de Segorbe y ayudas y subvenciones de algunas consejerías del Gobierno Valenciano. También la propia asociación de campaneros recauda fondos mediante lotería, exclusivamente en el sorteo de Navidad.
Durante estos 25 años de vida de la Asociación Amigos de las Campanas de la Catedral de Segorbe, se han restaurado los yugos de todas las campanas, se han reparado y asegurado los badajos de las mismas, se han fundido dos campanas más que se han sumado a las ya existentes, se ha motorizado y colocado dos de éstas y se ha venido manteniendo por parte de los campaneros todo lo relativo a las campanas y campanario, en la medida de las posibilidades económicas de la asociación.
En el año 2000 terminó la última restauración importante de la Catedral y de su campanario, con motivo de la exposición «La Luz de las Imágenes», si bien ésta afectó únicamente al exterior y a la estructura del campanario. Durante esa restauración no hubo mejoras de consideración en las instalaciones interiores ni relativas a las campanas. De hecho, tanto las campanas como el reloj sufrieron ciertos deterioros.
Ahora que ya ha pasado el 25 aniversario de la Asociación, se mantiene con esfuerzo y con los cada vez menos campaneros que mantienen los toques religiosos y seglares que tradicionalmente venían realizándose en la Catedral. No obstante y pese a las dificultades, esperamos que la Asociación siga manteniendo viva la llama para celebrar sus bodas de oro dentro de otros 25 años.